El cuerpo humano puede considerarse el mecanismo más complejo en el que ocurren docenas de procesos responsables del soporte vital y el comportamiento cada segundo. Muchos se sorprenderán, pero el baile y los movimientos rítmicos también son el resultado de la actividad cerebral, que a menudo funciona en un nivel subconsciente.
¿Cuándo apareció el baile?
Antes de entender por qué una persona quiere moverse al ritmo de la música, debe pasar a la historia de la danza. Los científicos han encontrado muchas pinturas rupestres, lo que indica que el baile se originó en la época de las personas primitivas. Además, fueron utilizados con fines de seguridad.
En ese momento, no había lenguaje hablado, por lo que no había oportunidad de comunicarse usando palabras y diálogos. Para coordinarse de alguna manera, la gente rápidamente aprendió a usar gestos que tienen un cierto significado. Muy rápidamente, la ola habitual de brazos y piernas se convirtió en danzas, con la ayuda de la cual se escuchó información.
Por ejemplo, cuando una tribu vino a otra, realizó un baile. Por eso se podía entender si los invitados eran amigables o si debían prepararse para una pelea. Con el tiempo, las tribus comenzaron a usar los primeros instrumentos musicales: tambores, cuernos. La música ayudó a las personas a moverse más sincrónicamente, observando un solo ritmo.
Sin embargo, hace decenas de miles de años, las personas no pensaban por qué pueden moverse tan fácilmente al ritmo de la música, además, el cuerpo a menudo comienza a moverse involuntariamente, independientemente.Solo en nuestro tiempo, los científicos pudieron dar una respuesta.
Declaración científica de amor por el baile.
Los científicos explicaron el amor humano por el baile y la música a principios de la década de 2000. El hecho es que cuando los oídos comienzan a escuchar un sonido rítmico, ciertos impulsos aparecen en el cerebro. Hacen que una persona se mueva involuntariamente con la música, incluso si él mismo no lo nota al principio. Estos impulsos surgen de un deseo subconsciente de conformarse y adaptarse al medio ambiente. Podemos considerar esto como una manifestación peculiar del instinto de supervivencia.
Cuando una persona se mueve al ritmo de la música, se calma más, especialmente si todos a su alrededor también bailan. Entonces aparece un sentimiento de aprobación en la cabeza. Los científicos también sostienen que bailar ayuda a estimular la hormona de la alegría.
En la práctica, esto funciona de la siguiente manera. Una persona escucha música, el cerebro comprende que su comportamiento no coincide con el entorno. La mente subconsciente busca corregir esto, determina el ritmo de la música y el cuerpo comienza a moverse con cierto ritmo. Una persona tiene la sensación de que está haciendo todo bien, por lo que surge un sentimiento de alegría y satisfacción.
¿Por qué a algunas personas no les gusta bailar?
Sin embargo, no todas las personas "sucumben" a la música. Algunos no responden, no importa cuán maravilloso sea el ritmo. Y los científicos han encontrado una explicación para esto. Un cierto gen en el ADN que no todas las personas tienen es responsable del sentido del ritmo. Los estudios han demostrado que estas personas tienen problemas de coordinación, no encuentran bien el idioma con los demás, les es difícil comunicarse.Pero aquellos con un gen bien desarrollado encuentran fácilmente un lenguaje común con las personas.
No solo las personas tienen sentido del ritmo. La mayoría de las aves pueden reconocer el ritmo de la música y moverse en consecuencia. Esto es más pronunciado en los loros, que siempre están felices de sacudir la cabeza a un ritmo vertiginoso.
Como muestran los estudios, una persona comienza a moverse al ritmo de la música en un nivel subconsciente. El cerebro trata de adaptarse a las condiciones ambientales, por lo que el cuerpo realiza movimientos característicos. El sentido del ritmo depende de la presencia de un gen especial en el ADN.